La verdad es que no puedo amar ser mujer y odiar mi período. Nikki Tajiri
Cuando era adolescente, me sentía culpable por pedirles dinero a mis padres para comprar productos menstruales. Mi familia tenía problemas económicos y yo sabía que, al tener muchas hermanas, añadir el costo de las toallas higiénicas a nuestros gastos podría ser una carga. No sabía que mi experiencia era solo una pieza del gigantesco rompecabezas conocido como pobreza menstrual.
La pobreza menstrual no se limita a los países en desarrollo; es un problema más cercano de lo que creemos. Es una dura realidad a la que se enfrentan muchas personas cada mes, independientemente de su ubicación.
El Parlamento Europeo ha estimado que el gasto anual de una mujer en productos de higiene menstrual es de unos 675 euros , es decir, unos 27.000 euros a lo largo de nuestra vida . Y una de cada diez personas que menstrúan sufrirá pobreza menstrual.
Rompiendo el tabú
Una de las razones más importantes por las que la pobreza menstrual no es tan ampliamente reconocida, especialmente entre los hombres, es el tabú que rodea a la menstruación. La menstruación, durante mucho tiempo, ha estado rodeada de secretismo y tabú, especialmente en los países conservadores. No es algo de lo que se hable abiertamente, y este silencio ha contribuido a la falta de concienciación sobre la pobreza menstrual. Personalmente, puedo identificarme con las veces que me sentí resentida por ser mujer debido al sangrado y los calambres menstruales.
Por otro lado, la menstruación es un aspecto poderoso y único de la feminidad. Es un recordatorio de las increíbles capacidades del cuerpo femenino y su capacidad para generar vida. ¡Algo que vale la pena celebrar! Al aceptar nuestros períodos, podemos comenzar a derribar el estigma que los rodea.
A continuación se presentan algunos datos únicos sobre la menstruación que debes conocer:
- Los ciclos menstruales son únicos: así como cada persona es única, también lo es su ciclo menstrual. No hay dos ciclos idénticos, y eso es algo que hay que celebrar.
- La sincronización menstrual es real (y adorable): los estudios han revelado que las mujeres que pasan mucho tiempo juntas logran sincronizar sus ciclos menstruales. Este fenómeno se conoce como "sincronía menstrual" o "efecto McClintock". Parece que la naturaleza no quiere que las mujeres se sientan solas en este viaje.
- El síndrome premenstrual tiene sus ventajas: A menudo hablamos del síndrome premenstrual (o tensión premenstrual) con pavor, pero no todo es malo. Sorprendentemente, algunas mujeres (entre las que me incluyo) afirman que experimentan un aumento de la creatividad durante su fase premenstrual. Por eso escribo este artículo ahora.
- Tiempo para el autocuidado: si bien los períodos menstruales a veces pueden traer molestias, también pueden recordarte que debes priorizar el autocuidado y la relajación. Tratarte con cariño y amabilidad durante este período es algo que esperamos con ansias.
- Indicador de salud y fertilidad: Su ciclo menstrual puede ofrecer información valiosa sobre su salud general y su fertilidad, lo que lo convierte en una herramienta útil para la planificación familiar y los controles de salud mensuales.
- Resiliencia ante los cólicos : Muchas mujeres sufren cólicos intensos, dolor y malestar durante sus períodos menstruales. Aun así, su fortaleza se hace patente cuando continúan con sus tareas diarias. Las mujeres somos increíblemente fuertes y capaces, ¿verdad?
¿Qué es la pobreza menstrual?
La pobreza menstrual, o pobreza menstrual, es un término que describe las dificultades que enfrentan muchas personas debido a la falta de asequibilidad e inaccesibilidad de los productos de higiene menstrual. No solo se refiere al aspecto financiero de los períodos de las mujeres, sino también a la falta de acceso a productos sanitarios, educación sobre higiene menstrual y gestión de desechos.
Es una situación de la que me di cuenta claramente cuando me di cuenta de que una amiga mía sufría de esta enfermedad. En ese momento, pensé que la situación económica de mi familia era complicada, pero la de mi amiga era aún más difícil. Intentaban hacer que sus compresas duraran lo máximo posible. Su suministro era tan limitado que, a veces, ¡tenían que usar una compresa hasta dos días! Sí, podemos pensar que es antihigiénico, pero ¿qué opciones tenían?
A medida que fui creciendo, me di cuenta de que este problema no se limitaba a mi círculo de amistades. En mi país, circulan muchas historias de mujeres que, debido a limitaciones económicas, decidieron deliberadamente quedarse embarazadas. Creen que es más rentable tener un hijo durante varios meses que comprar productos menstruales con regularidad. Por supuesto, esa no parece una opción acertada a largo plazo.
Es importante entender que la pobreza menstrual afecta a diversos grupos sociales, entre ellos, familias de bajos ingresos, personas sin hogar, estudiantes y comunidades indígenas y rurales. Esto la convierte en un problema generalizado que exige nuestra atención y acción.
También en Europa, la pobreza menstrual es un problema. En Austria, por ejemplo, el Ministerio de Asuntos Sociales austríaco declaró en su Plan de Acción para la Salud de la Mujer de 2022 que el país tiene un bajo nivel de alfabetización sanitaria en comparación con otros países. También relacionó el bajo nivel económico con la falta de alfabetización sanitaria. Durante 2021/2022, se distribuyeron cientos de miles de tampones y compresas de forma gratuita en Viena y otras regiones del país.
La pobreza menstrual y su relación con la sostenibilidad
¿Por qué deberíamos vincular la pobreza menstrual con la sostenibilidad? Porque un enfoque holístico podría aliviar la carga financiera inmediata, abordar las preocupaciones ambientales, promover soluciones rentables y empoderar a las personas y las comunidades. Es una estrategia beneficiosa para ambas partes, las personas que enfrentan la pobreza menstrual y el planeta.
A continuación se presentan algunas relaciones a tener en cuenta:
1. Relación ambiental
Los productos menstruales desechables, que muchas de nosotras hemos usado durante años, tardan siglos en descomponerse. Pueden tardar hasta 500 años en descomponerse. ¡Piénselo! Todas esas compresas y tampones que hemos usado a lo largo de nuestra vida siguen ahí, obstruyendo los vertederos y contribuyendo a la contaminación.
Aquí es donde entran en juego las alternativas sostenibles como las compresas de tela reutilizables, las copas menstruales o los tampones orgánicos . No solo son ecológicas, sino que también ayudan a combatir la pobreza menstrual al ofrecer una solución rentable y a largo plazo. Por ejemplo, la mujer promedio puede usar entre 12.000 y 16.000 compresas y tampones desechables a lo largo de su vida. Cambiar a opciones reutilizables reduce significativamente esta carga ambiental, ya que una copa menstrual , cuando se usa correctamente, puede durar hasta diez años.
2. Relación social
Pero la cuestión de la pobreza menstrual no es sólo ambiental: es una cuestión de justicia social y dignidad humana.
Cuando las personas no pueden permitirse o no pueden acceder a productos adecuados para la higiene menstrual, se les dificulta participar plenamente en la vida diaria, lo que incluye asistir a la escuela, trabajar y participar en diversas actividades. Las niñas pueden faltar a la escuela porque carecen de los productos necesarios, y los adultos se enfrentan a la elección entre poner comida en la mesa o comprar productos menstruales. Esta presión social y este desequilibrio obstaculizan el desarrollo personal y perpetúan los ciclos de pobreza.
El vínculo entre la pobreza menstrual y la sostenibilidad social se hace aún más evidente cuando se considera el impacto de alternativas como el embarazo deliberado. Es un hecho desgarrador que algunas personas elijan el embarazo como una forma de evitar los costos recurrentes de los productos menstruales. No podemos tomar a la ligera la carga financiera a largo plazo y el impacto ecológico de esta elección. Según las Naciones Unidas, una mujer en un país de bajos ingresos puede gastar hasta un 10-15% de sus ingresos en productos menstruales. Se trata de una cifra asombrosa si se piensa en la necesidad básica que representan.
¿Cómo puedes ayudar?
Podemos contribuir activamente a combatir la pobreza menstrual y promover la sostenibilidad de varias maneras. Recuerde que los productos menstruales abarcan más que solo compresas, tampones o copas menstruales; también incluyen analgésicos, compresas térmicas, higiene adecuada y ropa interior adicional, todos ellos cruciales para manejar la menstruación de manera cómoda y digna.
Algunas cosas que puedes hacer para combatir la pobreza menstrual:
- Donaciones: considere donar toallas higiénicas reutilizables, tampones o toallas higiénicas orgánicas a refugios, escuelas u organizaciones locales que brinden apoyo a personas necesitadas. Su contribución puede ayudar a garantizar que todas las personas tengan acceso a productos menstruales esenciales.
- Concientizar: iniciar conversaciones, especialmente entre los hombres, para romper el estigma que rodea a la menstruación. La educación y la concientización son fundamentales para desmantelar los tabúes asociados con los períodos y fomentar la empatía y el apoyo.
- Apoya las iniciativas locales : participa o inicia iniciativas locales para proporcionar productos menstruales y educación a quienes padecen pobreza menstrual. Si no hay iniciativas locales, puedes contactar con la administración local.
- Abogar por un cambio de políticas: Abogar por políticas que garanticen productos menstruales gratuitos o asequibles en escuelas, lugares de trabajo y espacios públicos. Impulsar iniciativas que tengan en cuenta la sostenibilidad y la accesibilidad. En varios países del mundo, se ha reducido o abolido el IVA de los productos menstruales y sería fantástico que estas medidas se volvieran globales.
- Promocione opciones sostenibles: fomente el uso de productos menstruales sostenibles , como copas menstruales , compresas de tela o ropa interior para el período . Puede compartir su opinión en las redes sociales o con sus amigos y destacar su relación costo-beneficio y su respeto por el medio ambiente para que sean más accesibles para quienes los necesitan.
Lo que más admiramos en Green Cloud Nine de las empresas que promocionan productos para la menstruación sostenibles es su enfoque para reducir el impacto medioambiental. Suelen ofrecer artículos duraderos, productos a granel y envases respetuosos con el medio ambiente, lo que ayuda a minimizar las emisiones de CO2. Esto significa que no tendrás que preocuparte por reponer tus productos menstruales todos los meses.
En resumen
La creación de un mundo mejor comienza con la comprensión, la empatía y la acción. La pobreza menstrual es un verdadero desafío que afecta a muchas vidas, pero si todos colaboramos, podemos alejarla del estigma y los tabúes. Así que, tengamos esas importantes charlas y asegurémonos de que cada mujer, sin importar su situación financiera, pueda transitar cómodamente su singular viaje menstrual mientras cuidamos nuestro planeta. Un gran reconocimiento a todas las increíbles mujeres en nuestras vidas que nos inspiran con su fuerza y resiliencia, superando constantemente las barreras.
Con la ayuda de comunidades como Green Cloud Nine y los esfuerzos colectivos de personas como tú, podemos romper el silencio. Recuerda, si podemos soportar el dolor de la menstruación y el increíble viaje de tener hijos, somos capaces de absolutamente cualquier cosa. Las mujeres son capaces de hazañas extraordinarias y juntas lo estamos demostrando todos los días.